¿Acordar una reunión con un cliente y aparecer sin más seis semanas más tarde? No es una buena idea si de esa conversación personal se quiere sacar más que una primera toma de contacto. En la confirmación de la cita ya puede decantar la balanza hacia el éxito y evitar sorpresas desagradables.
Las relaciones deben cuidarse tanto en el ámbito profesional como en la esfera privada. Pero ¿qué se puede hacer para dejar un recuerdo positivo en el cliente?
Las reuniones con los clientes son la ocupación principal de los empleados del departamento de ventas. En ellas es donde el cliente toma una decisión a favor o en contra de un producto, una persona o toda una empresa.
En el último artículo hablábamos de qué estrategias se pueden usar para las ventas y cómo puede ponerse en contacto con potenciales clientes. Para poder decidirlo se necesita definir y delimitar el o los grupos objetivo.
Un ejemplo: en su empresa los encargos tardan una media de 6 semanas en realizarse. A comienzos de marzo se da cuenta de que aún está muy lejos de sus objetivos de ventas para abril. Es decir, una previsión le permite saber que tiene que conseguir todavía que le acepten algunos de los presupuestos pendientes.
Ya ha llegado: es hora de la cita con ese cliente tan importante. ¿Implica eso dejarse sorprender y reaccionar como se pueda ante lo que surja? Desde luego que no. Con un par de sencillos consejos se puede iniciar de forma adecuada la negociación y estructurarla como se debe.
No hay ninguna empresa que pueda sobrevivir a largo plazo sin adquirir nuevos clientes o sin animar a los ya existentes a que realicen nuevas compras. Pero, ¿cómo se consiguen nuevos clientes? Abordaremos ahora cinco formas de adquirir clientes y se las explicaremos con ayuda de ejemplos.
La experta en adquisición de clientes en frío Angelika Eder nos cuenta su día a día en este sector y cuál es la realidad cuando se quieren adquirir contactos por teléfono.
En el mundo de los negocios hay cosas básicas que se esperan de un «buen vendedor», o al menos son las expectativas que siempre veo en estos profesionales. De acuerdo con el tópico, los buenos vendedores son intransigentes, dinámicos, «socializadores» y, muy importante: no dan ninguna oferta por perdida y no aceptan un «no».