Se ha acordado la cita con el cliente, está confirmada, ¿ya está? ¿Subirse al coche y ponerse en marcha? ¡Espere! Además de la propia cabeza, merece la pena llevar consigo un par de cosas adicionales para que la reunión sea todo un éxito.
En el último artículo hablábamos de qué estrategias se pueden usar para las ventas y cómo puede ponerse en contacto con potenciales clientes. Para poder decidirlo se necesita definir y delimitar el o los grupos objetivo.
Un ejemplo: en su empresa los encargos tardan una media de 6 semanas en realizarse. A comienzos de marzo se da cuenta de que aún está muy lejos de sus objetivos de ventas para abril. Es decir, una previsión le permite saber que tiene que conseguir todavía que le acepten algunos de los presupuestos pendientes.