Cuando se necesita un nuevo logo para la empresa, surge siempre la pregunta: ¿encargarlo o hacerlo uno mismo? Encargarlo es, sin duda, más profesional, pero no siempre se dispone de la oportunidad o del dinero necesario y ambas opciones tienen pros y contras. Aquí le explicamos los requisitos técnicos y de contenido del diseño de un logo.
Si la decisión adoptada es encargar el trabajo a un diseñador, lo primero es encontrar uno. Si acaba de empezar o si, por otros motivos, no dispone de mucho efectivo pero no quiere renunciar a tener un boceto hecho por un diseñador, hay plataformas en las que puede encontrar ofertas asequibles de creativos y, viendo sus trabajos, puede intentar hacerse una idea de su habilidad.
Cuando encuentre al diseñador adecuado o si quiere que varias personas le ofrezcan un presupuesto por el logo, debe poder transmitirles qué es lo que quiere. Lo mejor es que haya reflexionado de antemano sobre la forma del logo que desea y que también conozca los criterios relevantes que se emplean para valorar un logo. Pero, ¿cómo se consigue explicar sus propias ideas para que las expectativas se vean cubiertas con las ideas del diseñador?
Para que el diseñador pueda comenzar a trabajar de modo útil, debe ser capaz de transmitirle una idea lo más exacta posible de qué es lo que busca. No tiene por qué ser en cuanto al diseño exacto, pero sí en cuanto a su contenido, es decir, ¿qué debe representar el logo? La respuesta que se le dé a esta pregunta debería ser corta, entre una palabra y tres frases. Es cierto que a las pequeñas empresas o a las de reciente creación no les suele resultar sencillo, por eso es recomendable reflexionar primero sobre el propio USP. ¿Por qué la respuesta tiene que ser tan corta? Porque la capacidad de percepción de las personas es tan breve que un logo debe funcionar en cuestión de centésimas de segundo. Un logo nunca podrá transmitir mensajes complicados o, como solía decir mi profesor de diseño de imagen: vale que sea sutil, pero cualquiera debe poder comprenderlo. Por ello es recomendable pensar más allá del producto, ya que el logo puede, pero no tiene porqué estilizar el producto. Me explico: un zapatero puede usar un zapato en su logo, pero Nike utiliza el "Swoosh" por otros motivos muy buenos; si a esta famosa empres le preguntásemos qué transmite su logo, posiblemente su respuesta fuese algo así como dinamismo o velocidad.
A las personas que no trabajan en un área creativa les suele resultar difícil describir porqué o qué es lo que no les gusta exactamente de un boceto. Ni tampoco qué quieren en su lugar. Ello no se debe a que carezcan de creatividad, sino que, simplemente, les falta el vocabulario necesario. Aunque los demás puedan sonreír (a veces con motivos justificados), los términos especializados ayudan a poder describir el tema en cuestión de forma más exacta. Si quiere comprobar este fenómeno, pregúntele a un fotógrafo de retratos qué luz prefiere y después será capaz de ver la luz y las sombras con otros ojos.
Hay pocos que, aparte del diseño en sí mismo, sepan describir con detalle porqué una imagen, un logo, etc. no les gusta pero cualquiera puede encontrar ejemplos de logos que sí le gustan o que no. Poder establecer lo que estos tienen en común es tarea del diseñador, quien de esa forma podrá hacerse una idea de por dónde va el camino
Los ejemplos de logos concretos pueden ser de gran ayuda pero no tienen por qué quedarse en un simple "copiar y pegar". Los llamados "muros de inspiración" también son de gran ayuda. Estos son como un tipo de collage que subdivide el logo en sus diversos aspectos; por ejemplo, el muro podría contener un dibujo, la página de un folleto de moda, el título de una revista e imágenes de productos de la competencia. Es como si uno quisiera decir "me gustaría tener un logo con el estilo de este dibujo, pero en estos colores de moda y con una fuente similar a esta. Se debería poder utilizar en un producto de este tipo". Esta es una solución para descomponer modularmente su logo sin tener que tocar siquiera un programa de diseño gráfico. Un buen lugar para inspirarse en lo que respecta a este tipo de muros puede ser, entre otros, Pinterest, ya que contiene muchos ejemplos.
Las probabilidades de describirle una idea el diseñador y que el primer boceto que le presentan se transforme en la versión final, son más bien reducidas. Por ello, lo habitual es que haya al menos una o dos rondas de votaciones, algo que debería establecerse previamente. A día de hoy, las conversaciones al respecto se pueden hacer sin problemas a través del teléfono o de Skype, ya no estamos ligados a hablar in situ con el diseñador.
Si opta por diseñar el logo usted mismo, lo primero que necesita es el software adecuado, tras los posibles bocetos sobre papel.
Los logos más sencillos, pero también los "menos creativos", se pueden lograr con sistemas modulares ya configurados que se pueden encontrar en la red. Ya sea en logomakr.com, onlinelogomaker.com o similares, existen diversas categorías en las que puede buscar imágenes y letras para luego modificarlas y descargarlas. Si quiere diseñar un logo como afición o si es algo que necesita con urgencia sin fijarse mucho en la calidad, esta puede ser una opción. Eso sí, aquí no cabe esperar personalización o un concepto específico, aparte de que estos logos se pueden copiar con mucha facilidad.
Además de los sistemas modulares también hay softwares más complejos el sector de diseño que proceden, entre otros, del entorno Open Source y que ofrecen claramente muchas más opciones. Además de aplicaciones como Gimp, inkscape.org también es un software que permite crear imágenes vectoriales de nivel profesional. Vectorizar gráficos quiere decir que a cada píxel se le asigna un valor cromático, lo que permite que se puedan ampliar y usar en cualquier tamaño sin que se deformen ni se "pixelen". Si alguna vez le han devuelto un archivo diciéndole "que es demasiado pequeño para imprimir" ya sabe: los gráficos vectoriales son la solución.
Si quiere dedicarle más tiempo a este tema, puede instalar programas como Corel Draw o Adobe Illustrator y utilizarlos de forma gratuita durante un mes de prueba e intentar diseñar el logo durante ese periodo. Después de ese periodo se encarece muy rápido, por lo que no resulta rentable para usuarios no profesionales. La ventaja de Adobe, aparte de sus múltiples funciones, es, sobre todo, su difusión por lo que en la red podrá también encontrar innumerables tutoriales que le facilitarán los comienzos.
Una alternativa intermedia, para los usuarios de Mac, son los programas como sketchapp.com o affinity.serif.com/de/designer/ cuya versión completa se puede obtener por 99 o 49 euros y que ofrecen casi todas las funciones necesarias y una interfaz muy avanzada.
¿Quiere obtener más información sobre este tema? Dentro de la serie "Marketing para pequeñas empresas" hemos publicado ya los siguientes artículos:
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